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Espinacas labradas

  • Foto del escritor: Beatriz
    Beatriz
  • 18 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

Una de las tapas más emblemáticos de la gastronomía de Écija -también conocida como la “Ciudad del Sol”, la “ciudad de las torres” o la “sartén de Andalucía”- es la de espinacas labradas. 

En frío o en caliente, las espinacas labradas se suelen servir en muchos de los bares de la localidad, acompañadas de pan frito o picos de pan. Desconozco si se ha hecho una “ruta de las espinacas labradas”, pero yo he hecho la mía particular. Entre mis favoritas están, como no podía ser de otra manera, las de Casa Pirula. Así que no os podéis imaginar la cara de decepción que se me quedó la última vez que fui (expresamente) allá por enero y me dijeron que no tenían porque no estaban de temporada. Ilusa de mí que pensaba que la temporada era todo el año...pero no, es ahora en primavera. Y como parece que los bares aún van a permanecer cerrados un tiempo, he decidido rescatar la receta familiar, con algunas modificaciones para adaptarla a los nuevos tiempos.


Ingredientes (2-4p):


  • 2 manojos de espinacas frescas (o 500gr de espinacas congeladas)

  • 4 dientes de ajo

  • 1 cucharadita de pimentón

  • 1 cucharadita de cominos molido

  • ½ cucharadita de sal

  • ½ cucharadita de vinagre

  • Pimienta

  • Aceite de oliva


Material: 


Para esta elaboración necesitaréis: una cacerola, una sartén, (opcional) un pasa-purés, un recipiente amplio, un mortero o una batidora.


Elaboración (30 min):


  1. Preparar un recipiente con agua fría (a ser posible con hielo).

  2. Cubrir el fondo de una sartén de aceite y dorar los ajos a fuego medio, sin que tomen demasiado color. 

  3. Poner agua a hervir en una cacerola. Cortar el tallo de las espinacas (si son frescas) e ir cociendolas poco a poco durante 3-4 minutos. Traspasarlas al recipiente con agua fría.

  4. Escurrir bien las espinacas, ya que retienen mucha agua. Lo mejor es utilizar un prensa purés o estrujar las espinacas con las manos. Reservar en el vaso de la batidora/mortero.

  5. Sacar los ajos del aceite y añadirlos a las espinacas. Retirar la sartén del fuego y sofreír ligeramente el pimentón en el aceite restante. Añadir a las espinacas junto con el cominos, la sal, la pimienta y el vinagre. 

  6. Triturar en la batidora/mortero hasta obtener una pasta. Probar de sal/especias y rectificar si es necesario.Agregar aceite poco a poco hasta conseguir una especie de emulsión.



Aunque lo habitual es acompañarlas con pan frito, yo prefiero la versión algo más “light” con picos o regañás, que utilizo a modo de tenedor. En cuanto a la bebida, me mantengo fiel a mi copa de manzanilla o una cerveza tipo lager bien fría.

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